¿Y si pudieras reencontrarte con tu amigo interior? Crítica de la película “Amigos imaginarios” (“If”)

Hay dolores tan profundos que solo un amigo imaginario, un ami, podría hacerse cargo de ellos. Ahora bien, ¿qué pasa con los amis cuando ya no les necesitamos? Esta es la pregunta que explora la película “Amigos imaginarios” (“If”, en inglés), escrita, dirigida y coproducida por John Krasinski.

El filme, clasificado como comedia infantil, cuenta la historia de una adolescente introvertida (Caley Fleming) que ha perdido a su madre y se enfrenta a la posibilidad de perder también a su padre.

El hecho de que la protagonista sea una menor de edad no implica que se trate de un largometraje dirigido únicamente a los más pequeños de la casa. Diría que casi todo lo contrario. A mi modo de ver, el filme es una llamada de socorro al niño o niña que todavía late en nuestro interior.

Sí, querido lector o lectora, tú también tuviste un amigo imaginario en tu vida. Tal vez no eran un monstruo de color morado ni una mariposa de aspecto frágil y delicado, pero en algún momento también te sentiste solo e incapaz de expresar tu dolor. Entonces, pudiste refugiarte en un diario, un libro, un instrumento, un deporte, un ordenador o un amor platónico, quién sabe…

En una escena memorable, la abuela de la protagonista (la maravillosa Fiona Shaw) se reencuentra con su ami al escuchar una vieja canción. Unas notas musicales y la abuela se remonta a los años en que bailar era su pasión, y su cuerpo comienza a moverse al son de la música y su corazón empieza a vibrar, y entonces conecta con su ami… y entonces renace la magia, los sueños, la vida en todo su esplendor.

La película, en definitiva, constituye una magnífica invitación a conectar con aquello que un día, no sólo nos liberó del dolor, sino que nos transportó a un lugar mucho mejor que tal vez no era tan real como estas letras que estás leyendo, pero que en ese momento nos salvó de algo peor. Como en “La historia interminable”, los amis no podrán desaparecer mientras existan adultos dispuestos a creer y a crear un mundo mejor.

Feliz reencuentro, querido lector.

Esta crítica se ha publicado también en el portal Locoporelcine.com

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